jueves, 22 de mayo de 2014

Cómo se prepara la Fariña para el puchero

la fariña es una receta ideal para vegetarianos


Como todo el mundo sabe, durante el casamiento de Leo Fariña con Karina Jelinek se sirvió Puchero Para Todos y Todas con damajuana de tinto, como corresponde. Y Fariña.
Ya hemos enseñado a hacer puchero. Ahora, es importante su salsa complementaria. La Fariña. Que no es una agrupación juvenil kirchnerista, sino una harina de mandioca gruesa; para acompañar diversas carnes duras.


Primero, los ingredientes:

2 cebollas
1 taza de harina de mandioca gruesa (fariña, se consigue en las dietéticas y se consigue a las dietéticas)
caldo de verduras
manteca, apenitas.

Vamos a los bifes:


Sobre una sarten derretimos la manteca, le agregamos una pizca de aceite de girasol, rehogamos las cebollas (los heterodoxos le ponen un diente de ajo. Curioso que se le llame "diente" a cada parte de la "cabeza" de ajo: sería una cabeza con solo dientes, como Ungenio González, el personaje de Condorito). Rehogar las cebollas, según explicaron los cuñados siniestros de López Rega, es como hacer un submarino pero en aceite caliente.
En fin, como diría el General Daniel Scioli, miremos para adelante, al futuro.
Cuando la cebolla halla sido torturada y cante  rehogada y esté transparente, agregamos, entonces, la taza de fariña (no el rodete de Leo, sino la harina de mancioca) y listo, compañeros.
Porque mejor que decir, es hacer. Y cocinar.

Ungenio González en la vida real

miércoles, 21 de mayo de 2014

Los perros caniches del General comían cebolla, ajo, chocolate y pollo





El General sabía que había una estrategia, de las grandes corporaciones de alimentos procesados para canes (no el festival imperialista, sino los perros) de psicopatear boludos propensos a ni siquiera aplicar la más mínima lógica. ¡Carajo!
Los animales perrunos, como sostenía Perón, tienen un organismo parecido al de los humanos. Más vale que si como 1 cajón de 50 kilos de cabolla no solo me voy a enfermar, sino que quizás puedo morir. ¿Puedo morir? No lo sé, no voy a hacer la prueba ni dar la vida por este post,si doy la vida por alguien será por Perón, que total ya está muerto, pero el caso es que cualquier perro tendría que comer un montón de cebolla durante muchos días para que le haga mal, eventualmente. Lo más probable es que ni aún así le pase nada.
Pasa que al perro no le gusta la cebolla. Como a todos los niños.
Aunque, mezclada dentro, por ejemplo, de una hamburguesa, la come. Y no, boludo, no, no le pasa nada. Obvio que no le pasa nada. Es un mamífero, como nosotros. Pero esencialmente carnívoro: como nosotros, también. Sin las proteínas de la carne no hubiéramos evolucionado hasta el punto civilizatorio en el que la ciencia que nosotros creamos sabe con qué ´proteínas del reino vegetal podemos reemplazar las proteínas cárnicas; involucionando hacia la posibilidad del veganismo. Fíjate tu....
Distinto es el caso del pollo, con eso sí hay que tener cuidado. El mismo cuidado que las personas mayores o los niños: hay que cuidarse de los huesos del pollo. Por lo demás, no pasa nada. Al contrario, le hará bien al perro comer pollo. Y lo más probable es que le guste mucho.
Como los animales, en este caso los perros, no cocinan sus alimentos; su organismo está habituado a los huesos. Más un animal de carroña -dicho en el estricto sentido científico- como los perros, descendientes de los lobos. Eso sí, el hueso sometido a altas temperaturas, astilla. Y más si son huesos pequeños como los de pato, gallina, boquenses y pollos.
Es así, compañeros. Fin de la controversia.

Papas Peronistas



El Papa es peronista, aunque un poco papa frita el estado que preside. Muy rico y pesado, digase. Como viejo Guardián, nada mejor que una adecuada mezcla que otorgue una nueva síntesis conceptual: mezclado, entonces, las papas con perejiles sacados de la jotapé de los setenta.
La receta es fácil; o sea, peronista.
Se derriten tres cucharadas de jugadores pataduras, o sea, mantequitas. Tres cucharadas de perejiles (no esos que caían durante la dictadura, sino la planta que te venden en la verdulería ideológica) picado, no mu fino. Con algunas ramas. Como la rama femenina. Para decorar el plato. Que va muy bien con hamburguesas caseras. En una próxima entrada le damos esa receta. Ahora, sigamos.
Ponés agua en una olla hasta que hierva. Para que hierva, es conveniente encender la hornalla. Puede funcionar rezándole a Dios, pero el método más seguro es prendiendo la hornalla. Ytiramos las papas sin pelar, previamente lavadas a lo Elaskar, esto es, concienzudamente.
En media horita, ya están. Se les saca la cáscara, fácilmente, con la mano nomás. A lo macho. Y se trozan. En pedazos grandes. La olla con agua debe tener sal gruesa, pero si hace falta le aplicamos un correctivode sal. Un poquito de nuez moncada para radicalizar el sabor, la manteca derretida y caliente, el perejil y listo.
Las Buerguesas Caseras, en el próximo post
Ahora nos vamos con un mensaje esperanzador, de un compañero peronista que sabía que sabía que "los únicos privilegiados son los niños":

Dejad que los niños vengan a mí


martes, 20 de mayo de 2014

Cómo les gustaban al General los bifes: claves para hacerse un buen bife a la plancha





Preparar un churrasco-bife-costeleta-costilla o como dicen los imperialistas, chuleta; bueno, tú sabes: prepararlo a la plancha; no es moco de pavo, compañeros. La clave está en la cocción "a su medida y armoniosamente"; esto es, sin arrebatarlo y tampoco tirarlo y esperar que se haga solo. Como un niño en un orfanato. No, señor.
Vamos PASO a PASO. Lo importante, por ejemplo, si está congelado, es como decía Yrigoyen, que se doble pero no que no se quiebre. De todos modos, para hacerlo verdaderamente bien, hay que dejarlo descongelar a temperatura ambiente. Listo. Vamos a los bifes.
Lo primero es salarlo.
Acá, compañeros, hay mucha confusión doctrinaria:
Salado siempre con sal fina


Pues la sal gruesa es para cuando se usa la parrilla, porque con la parilla, además de caer las grasitas de Evita y el bife, cae la sal excedente.
Hay dos momentos ideales para salar un churrasco: si el plato se prepara con antelación, lo mejor es salarlo de ambos lados y dejarlos reposar durante la noche en la heladera sobre una rejilla y destapado. Si te parece que se seca, es solo en la pared del cacho de carne; por dentro, está jugoso. Y justamente, al "sellarse" la superficie, conserva mejor sabor.

Si llegó la gula del faaaasssooo y hay que hacerlo ya, debe salarse y enseguida ponerse a la plancha, para que la sal no penetre dentro del bife y lo seque. Eso se llama ósmosis.

Cocción compañera:

Cuatro gotas de aceite en la plancha le agregarán color.
Y al final, antes de sacarlo, un pedacito de manteca sobre el bife.
Nada de dejarlo de ujn lado, irse a fumar un paquete de Imparciales y darlo vuelta.
La plancha, que debe estar ardiendo como López Rega en el infierno, le da una cocción bastante pareja. Pero si lo das vuelta cada medio minuto, el resultado es óptimo.
Para saber cuando está, basta cortarlo, apenitas. Sin confundirse: el bife se seguirá cociendo en sus jugos, como las iglesias en el 54, aún cuando lo hayas sacado de la plancha. Es decir, deberás realizar ese cálculo, compañero. Y eso es todo.
El punto justo es ni muy cocico ni muy jugoso. La tercera posición. Lo de siempre

viernes, 16 de mayo de 2014

Puchero con chorizo y pollo

El arte de hacer puchero requiere de un talento especial a la hora de evadir las responsabilidades. Pero cualquier ama de casa lo puede hacer. Acá, la receta:
Macri haciendo puchero

Para alimentarse bien nada mejor que un buen puchero, o "cocido"como  los que comía el General en la "Gran Tasca de Manolo", en las cenas de  su exilio en Puerta de Hierro.

En una olla - grande y amplia como  nuestro movimiento-  poner agua y agregarle  el  osobuco. 
Para ponerle sabores distintos agregarles  puerro,  apio,  perejil y   cebolla. 
Salar. 
Dejar que comience a hervir y después de  1 hora y ¼ de hervor (y si, para el puchero hay que tener paciencia para que no brote el escarmiento) agregar el medio pollo  las zanahorias y papas. 
Luego el zapallo, calabazas y las batatas.
Los chorizos para que sepan acompañar  es necesario ponerlos en el agua, cuando todos las verduras ya están cocidas para que de esta manera el sabor sea bien potente, como los caños de la resistencia. 
Para hervir el arroz,  el general por sus intercambios con Mao nos recomendaría  colocarlo dentro de un colador chino y una vez cocido directamente escurrirlo.
Por último, a los 30 minutos de haber incorporado el pollo, agregar el choclo partido en tres y la panceta salada en un bloque. 
Apagar el fuego, retirar las verduras. Dejar reposar las carnes en el caldo por 15 minutos antes de servir.
El `puchero con chorizo y pollo se sirve sobre un mantel con la cara de Boudou y Sobrero.
Y listo compañeros, buen provecho y no se olviden del vino tinto, eso si, servido en pinguino.